Santa Catalina Labouré

Apóstol de la Medalla Milagrosa
Apariciones en 140 Rue du Bac, Paris 1830

 

El día de fiesta de la Medalla Milagrosa es: 27 de noviembre

La fiesta de Catalina Labouré es: 28 de noviembre

Se la representa con el Hábito de las Hermanas de la Caridad y mostrando ambas caras de la Medalla Milagrosa
Nacida un 2 de mayo de 1806 en Borgoña, Francia
Fallecida: el 31 de diciembre de 1876 en Enghien - Reully, Francia
Canonizada : el 27 de julio de 1947

La primera aparición tuvo lugar en la noche del 18 al 19 de julio de 1830

Son las 11,30 PM y la Hermana Catalina Labouré de 24 años de edad se despierta al oir que la llaman tres veces. Abre las cortinas de su celda y ve a su Angel de la Guarda bajo el aspecto de un niño de 5 años. El dice : "sígueme a la capilla, en donde te está esperando la Santísima Vírgen". Catalina se viste rápidamente y lo sigue a la capilla. La capilla está iluminada para la misa de medianoche, pero ella no puede ver a Nuestra Señora, entonces se arrodilla y ora.

Después de media hora su Angel de la Guarda le anuncia : " Allí está la Santísima Virgen. Catalina percibe un sonido parecido a la fricción de la seda y a la derecha de San José ella ve a Nuestra Señora descender para luego sentarse en la silla del sacerdote. En un santiamén ella se se arrodilla frente a la Ssma. Virgen con sus manos juntas y confiadamente apoyadas sobre las rodillas de María. Este es el comienzo de de una larga conversación de dos horas.

La Madre Celestial le dice que Dios le va a encomendar una misión, y que en el transcurso de la misma va a experimentar muchas dificultades. La Virgen le anuncia la proximidad de malos tiempos. Todo el mundo se verá sumido en la confusión a través de todo tipo de incidentes. La Cruz va a ser tratada con desprecio, va a ser tirada por el piso. El costado de Nuestro Señor va a ser perforado nuevamente, le anuncia la Señora. Ella dice todo esto con una expresión muy triste en su cara. Sin embargo, y para darle coraje ella agrega:
"Pero vengan al pie de este altar y les serán otorgadas gracias a todos los que las pidan con confianza y fervor. Van a ser dadas tanto a los ricos como a los pobres“

La segunda aparición tuvo lugar el 27 de noviembre de 1830

Son las 5 y media de la tarde, y las Hermanas están en la capilla para su hora de meditación. De pronto Catalina percibe ese mismo rumor de seda de la primera vez ; es la Santísima Virgen. Ella se detiene een un lugar a la izquierda cerca del cuadro de San José. Toda la aparición transcurre como en escenas y con un lenguaje gestual. La Virgen está como suspendida en el aire y usa un vestido rojo

fuerte, y Ella está brillante de luz, llevando en Sus manos una esfera dorada con una cruz arriba. Esto lo ofrece a Dios con Sus ojos suplicantes mirando al Cielo, como pidiendo piedad. Sus dedos parecen tener anillos con piedras preciosas de gran brillo cuyos rayos se dispersan en todas direcciones. El pequeño globo con la cruz desaparece y María levanta una semiesfera que está a sus pies. Ahora los rayos llegan a toda la tierra, pero con mayor intensidad sobre un punto en especial. La Santísima Virgen le hace entender que ese globo representa a toda la tierra y que el lugar con más intensidad de luz es Francia. Los rayos de luz son símbolos de Gracia, que va a ser otorgada a todos los que la pidan . Una forma ovalada enmarca a toda esta escena con las siguientes palabras en letras doradas bordeando el ovalo:

"Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a Ti".

María da estas instrucciones : “Acuña una medalla de acuerdo a este modelo. Todos los que la lleven van a recibir Gracia en abundancia. Especialmente si la llevan al cuello y rezan la plegaria con confianza, van a recibir especial protección de la Madre de Dios y abundantes gracias“.

La escena gira en torno a Catalina y ahora ella puede ver el reverso de la medalla : En el centro está la letra M desde donde una Cruz asciende y atraviesa la letra como irradiándose hacia arriba, y debajo de esto lod dos corazones de Jesús y María, uno coronado de espinas el otro atravesado por la espada del dolor . Todo está rodeado por una corona de doce estrellas que recuerdan la visión de San Juan en el duodécimo capítulo del libro del Apocalipsis. Catalina escucha : “ La ‘M’ con la Cruz y los dos Corazones ya lo dicen todo “

Durante el año posterior la aparición se repitió cinco veces y cada vez con las mismas instrucciones : “ Acuña una moneda de acuerdo a este modelo y todos los que la usen van a recibir grandes gracias, especialmente cuando la usen alrededor del cuello . “

Santa Catalina soportó muchas humillaciones, pero perseveró. Tomó dos años antes de que el Padre

Aladel, un sacerdote vicentino, acuñara la medalla. El nombre original de la misma es el de Santa María de la Inmaculada Concepción ; sólo después de siete años el nombre cambió al de “ La Medalla Milagrosa “. A causa de muchas plegarias contestadas, conversiones y curas, alrededor de 10 millones de medallas fueron vendidas durante los primeros cinco años. La corta ple –garia : “ Oh María, sin pecado concebida, ruega por quienes han recurrido a Ti “, ha sido pronunciada innumerables veces por los creyentes de todo el mundo desde entonces, de modo que la Cristiandad toda se familiarizó con lo de la “ Inmaculada Concepción “. Fue el Papa Pio IX quien la hizo una norma de Fé. Esto fue recibido con gran alegría por toda la Iglesia. Cuatro años más tarde, María vino como para confirmar esto, cuando le dijo a Bernardita en Lourdes :

Yo soy la Inmaculada Concepción“

El 28 de mayo de 1833 Catalina fue beatificada por el Papa Pio XI. Este evento fue presenciado por 50.000 personas, de las cuales 8.000 eran Niños de María, usando velos blancos y llevando todos la Medalla Milagrosa. El 27 de julio de 1947 Catalina Labouré fue canonizada por el Papa Pio XII. También hubo entonces muchos fieles presentes, incluyendo 10.000 Niños de María con sus velos blancos. Muchas historias corren acerca de los efectos de la medalla. Una de las más famosas descripciones es la de Alphonso Tobie Ratisbonne.

Vea abajo la aparición de la Santísima Virgen María en Roma a Ratisbonne

Esta historia de conversión es una entre tantas. Muchas sanaciones, incluídas aquellas de gente para las cuales parecía no haber esperanza alguna, fueron atribuidas a la “Medalla Milagrosa “.

¡ Catalina Labouré todavía yace de cuerpo presente a la derecha del altar en la capilla de Rue du Bac 140 en París y todavía se ve como si hubiese muerto ayer ¡

Santa Catalina Labouré fué quien difundió las virtudes de la Medalla Milagrosa

140 rue du Bac
75340 Paris Cedex 07
Recepción: 33 1 49 54 78 88
Fax: 33 1 49 54 78 89