Miércoles de Ceniza
14 de febrero de 2024
Este día cae en una fecha diferente en primavera cada año. Como todas las fiestas son precedidas por una preparación, queremos prepararnos para la Pascua en los próximos cuarenta días. Para subrayar la gravedad de no poder comer y beber todo así, hubo (hay) un servicio religioso el Miércoles de Ceniza en la Iglesia Católica donde todos los feligreses tienen que venir a alimentarse y pararse frente al altar del sacerdote. una cruz de ceniza (hojas carbonizadas) en su frente, con las palabras: "De las cenizas viniste, ya las cenizas volverás". El eje sagrado apunta así a nuestra transitoriedad terrenal. Es también un signo de nuestra voluntad de cambiar nuestra forma de vida, sabiendo que Dios también puede crear vida nueva del polvo y la ceniza.
El arrepentimiento comienza con el arrepentimiento, con creer en la palabra de Dios que quiere misericordia en lugar de sacrificio. Si vamos a recibir la vida real, debemos caminar por caminos de perdón, de arrepentimiento y reconciliación, de respeto y preocupación por los demás. Buscad caminos de paz y de justicia, para que en Pascua también nosotros resucitemos con el Señor a la vida nueva.
Durante cuarenta días tendrás tiempo de calentarte con el fuego de mi corazón, dice Dios. Cuarenta días para convertirme en un hombre misericordioso en quien pueda resucitar y vivir. Durante cuarenta días quiero invitarlos a crecer en el amor por Mí y por sus semejantes. Te llevaré al desierto durante cuarenta días. Quizás te resulte difícil, para que empieces a dudar. Entonces confía en Mí, quiero caminar contigo a través de la oscuridad de la noche a la luz de la Pascua.
Oración para Miércoles de Ceniza
Oh Dios, que te dejas vencer por el que se humilla y encuentras agrado en quien expía sus pecados, escucha benignamente nuestras súplicas y derrama la gracia de tu bendición sobre estos siervos tuyos que van a recibir la ceniza, para que, fieles a las prácticas cuaresmales, puedan llegar, con el corazón limpio, a la celebración del misterio pascual de tu Hijo.
Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Amén.