Virgen del Espino
Chauchina, España (1906)
En el pueblo agrícola de Chauchina, Rosario Granados Martín, de 65 años, era conocida por su bondad y por las heridas cancerosas en su pierna.
En la mañana del 9 de abril de 1906, la viuda se acercó a un arbusto espinoso donde se lavó las llagas y le cambió el vendaje. Una mujer de luto se le acercó, llevando un rosario negro, y se ofreció a curarla si la acompañaba al cementerio lejano. La anciana siguió hábilmente a la desconocida por el sendero, sorprendiendo a los espectadores que no podían ver a Nuestra Señora guiándola. Las dos mujeres se arrodillaron para rezar el rosario cuando Rosario se quedó dormida. Al despertar, sus llagas y la mujer de negro habían desaparecido.
Regresó al pueblo para contar su historia.
Se construyó una capilla y la estatua fue coronada canónicamente.
Texto e imagen utilizados con permiso.
Fuente: “365 días con María” de Michael O'Neill
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