Nuestra Señora de la Nube
Quito, Ecuador (1696)
Cuando Sancho de Andrade y Figueroa, obispo de Quito, estuvo gravemente enfermo, llevaron a Nuestra Señora en procesión para orar por su salud.
El 30 de diciembre de 1696, cuando la procesión llegó a la iglesia, la campana dio la señal para rezar el Gloria.
Según documentos oficiales que obran en los archivos de la archidiócesis, primero el capellán don José y luego todos los presentes vieron a la Virgen María descansando sobre una nube entre los santuarios de Guápulo y Quinche, con una corona en la cabeza y un lirio en la mano derecha. y el Niño en su brazo izquierdo.
Posteriormente el obispo se recuperó, y cuando se recuperó por completo autorizó la devoción a Nuestra Señora de la Nube, erigiéndole un altar en la Catedral de Quito.
Texto e imagen utilizadso con permiso.
Fuente: “365 días con María” de Michael O'Neill