Nuestra Señora de la Altagracia

Higuey, República Dominicana (siglo XVI)

A principios del siglo XVI, los caballeros españoles Alonso y Antonio de Trexo construyeron haciendas cerca de la nueva ciudad de Salvaleón de Higüey, en la isla de La Española.

Trajeron consigo una pintura de 33 x 45 cm sobre lienzo, llamada la Virgen de Alta Gracia en honor a una querida estatua de pie de su tierra natal, Altagracia, en Extremadura.

Los hermanos regalaron esta pintura a la iglesia de la ciudad, donde su reputación de milagros atrajo la atención del arzobispo, quien la hizo llevar a Santo Domingo en un baúl sellado. Pero desapareció en el camino, reapareciendo al mismo tiempo en la iglesia de Higüey, donde ha permanecido.

Los viajeros que pasaban por el puerto de Higüey se detenían para pedirle a Nuestra Señora de Alta Gracia que los protegiera.

 

Texto e Imagen utilizado con permiso.
Fuente: “365 días con María” de Michael O'Neill

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